A conocer nuestros cuerpos aprendimos
Tal como un ciego que con sus manos palpa.
Juntos un secreto construimos
Con noches de relojes detenidos
De andares por reducidas distancias
Y murmullos confundidos en las ansias.
Sin ser perseguidos por la rabia,
Sin temores, sin cansancio,
Solamente corazones que palpitan
Hasta poder desfallecer.
A conocer nuestros cuerpos aprendimos
Tal como un siego que con sus manos palpa.
Un soplo de tormenta nos envuelva
Son nuestros deseos que se funden
Como la sal al agua,
Como la espuma al mar.
A los dolores de la vida no le temas
Nuestras mas bellas cosas
Un triste final tal vez no tendrán
Y el destino a la pasión no retará.
A conocer nuestros cuerpos aprendimos
Tal como un ciego con sus manos palpa.


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Escrito bella y delicadamente! Gracias por compartir
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Soy yo que te agradezco. Me gustó mucho tu poema de tus 12 años. Tienes la poesía en las venas!
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Muchas gracias lo aprecio no sabes cuánto, pero, este espacio es para aplaudir tu talento y es un gusto tener la oportunidad de leerte, con toda mi admiración, sigo pendiente de lo que dispongas a enseñar al mundo! Saludos, seguimos entre letras!
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Con mucho gusto. Lo del talento es compartido
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