
Te fuiste sin decirme nada
Y de las hojas muertas el camino tomé,
Aquel que hacia las rocas me orientaba
Arrancando de mi alma el silencio
Al hablar sin respuestas obtener.
La piedra reina ahora en mi pasión,
En mi alegría y mi corazón,
En mis tiernos deseos
Y en mis celosos sueños de libertad.
Es como roca húmeda de lágrimas
Que reduce mis anhelos a un humilde lugar.
Las olas de pasiones se destrozan
Y sucumbir el tiempo no me vera.
Por ti atravesaré el mundo
Y mi amor, aunque cansado,
De mis delirios podré entonces liberar.

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