
Tu, mi amor, centinela de mis noches
Que de delirios y pasiones me colmabas
Y al amanecer, silencios me ofrecías.
Cuando se adormecía el fuego del amor.
Tu, que me enseñaste el sentido de la emoción
Que la felicidad existe mas allá de los sueños
Que los deseos no se abandonan
Sin realizar las mas intensas esperanzas.
Tu, que me aprendiste la justicia, la libertad,
Que despertaste el olvido en mi memoria
Para reconocer la nostalgia del exilio.
Me dijiste: la fragilidad no miente
Tu, que tu vida en un cofre guardaste
Porque tu tierra en tus sueños te llamó.
Sigue tu destino mi amor, síguelo,
Que el tiempo pasa y tu tierra necesita de ti.
Y yo, qué haré sin ti?
Guardaré ansiosamente tus palabras
Y un día de nuevo alguien me mostrará
Que la felicidad va mas allá de los sueños.

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