Ojalá que seamos dignos de la desesperada esperanza. Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos.

Ojalá que podamos ser desobedientes cada vez que recibamos órdenes que humillan nuestra conciencia y violan nuestro sentido común. Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia que la condición humana vale la pena.

Ojalá seamos capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar da las caídas, a pesar de las traiciones y las derrotas, porque la historia continua, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.

Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser solidario y contemporáneo de todo aquel que vive animado por la voluntad de justicia, nazca donde nazca y viva como viva porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del cuerpo.

Eduardo Galeano

1940-2015 Uruguay

Con mucho cariño para todos

Gloria