Como si conocieras mi tristeza,
Taciturna y silenciosa, al improvisto llegas
Y en mi corazón tu propia vida construyes
Trocando a tu antojo, pena en soledad.
Compañera de mis interminables noches,
Amiga de mi deambular y mi amargura,
Sonreír te veo cuando mis miedos llegan,
Y acariciarme cuando mis lágrimas brotan.
Si mi propia vida has tomado
Y en mi corazón habitas,
Dime Soledad,
Si podré amarte todavía.