Tú mi amor, centinela de mis noches
Que de delirios y pasiones me colmaste
Y al amanecer, los silencios me ofreciste
Cuando se adormecía el fuego del amor.
Tu, que sabiamente me aseguraste
Que los sueños, a la felicidad se pueden entregar
Y que es imposible abandonar los deseos
Cuando la esperanza se instala en el corazón.
Tu, que de la justicia sus valores me enseñaste,
De la libertad su honor,
Del olvido su precio
Y el refugio de la soledad,
Pero de repente tu vida debiste suspender
Cuando tu tierra, tu pasión te pidió.
Sigue tu destino amor mío, sigue adelante
El tiempo pasa y en otro sitio se precisa tu saber.
Cuidaré lo que viví contigo, lo que aprendí
Y aunque la tristeza de mi se adueñe,
La esperanza en mi corazón se instaló
Y mis sueños, a la realidad se pueden entregar.

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