Mataron al hombre que sueña,
Aquel que con su sonrisa seduce,
Con su mirada acoge,
Y con sus palabras
Enseñaría a vivir.
Mataron al niño que duerme
Aquel que con su sonrisa seduce,
Con su mirada interroga,
Y con los días
Aprendería a vivir.
Mataron a la mujer que espera
Aquella que con su sonrisa seduce,
Con su mirada interpela
Y con su ternura
Trataría de vivir.
Mataron a las gentes que sueñan,
Que sonríen, que seducen, que acogen,
Aquellas que con el hambre se duermen,
Con frio en el corazón despiertan,
A la insolencia maldicen
Y con el tiempo
Aprenden a morir.
