En la tierra de los árboles naciste.
Sabio guardián de secretos
Cuántas pasiones abrigaste.
Testigo diestro fuiste
De encuentros fogosos,
Y deseos fugaces,
De inocentes sueños,
Y tristes adioses
Pero el tiempo se trastorna,
Los amores huyen
Ruidos estridentes
Destruyen tus ramas.
Eres de sobra
Y la belleza es nada
A tu erguido tronco
La muerte lo llama.
La irónica sombra será
Quien esconderá
La tierra de los arboles
Pero en otro lugar
Un árbol renacerá.
