Sin compasión ni tregua surges
Y hasta el rincón de mis secretos llegas
Apresando el coraje perdido por temores,
Los placeres por reflexiones olvidados
Y también las huellas de los amores
Que en mi carne yo pude guardar.

Con esmero en mi ser entraste
Tomaste mis manos, mi vientre,
Mi tronco y en mi rostro te instalaste,
Alcanzaste mi caminar y mis gestos,
Pero mi amor, mi alegría, mi mente
Son tesoros que nunca tendrás.

Tiempo, tus pasos nunca he contado,
Y como una brisa ligera te imaginé,
Pero mi fuerza guardé para decirte
Que es mi reflejo quien me mira,
Mis deseos que habitan mis sueños,
Mis recuerdos que se extienden
E instantes que me dan aún su sabor.

Tiempo, aunque contar hacia atrás es ilusorio
Sin cerrar los ojos todavía percibo
Temblorosos suspiros que a mi oído llegan
Palabras tiernas que mi piel acarician
Y el amor que a través de ti aprendí a conocer