No habrá noches para mi luna
Ni cielo para guardar mis sueños,
Ni mar para recibir mis lágrimas.
No habrá caminos para esconder mi fuga
Ni sombras que cierren mis ojos,
Ni brisa que refugie mis suspiros.
No habrá minutos que colmen mi tiempo
Ni razones de continuar a respirar,
Ni un motivo simple de guardar la vida.
Pero tuve necesidad de darte todo,
De volver a sentir tu corazón en mi mano,
existir tendida junto a ti hasta la Inmortalidad.
No había excusas para partir
Solo, sin pensar, sin hablar,
Sin oír el grito de la esperanza
Grito que no miente jamás.
