« Le deseo desear.
Le deseo anhelar.
La felicidad ya es querer.
Como en el derecho penal, la intención vale la pena.
El solo hecho de soñar es ya muy importante.
Les deseo sueños a nunca terminar.
Y el ánimo febril de algunos realizar
Les deseo amar lo que se debe amar
Y olvidar lo que se tiene que olvidar.
Le deseo pasiones.
Les deseo silencios.
Les deseo cantos de pájaros
Y risas de niños al despertar
Les deseo el respeto a las diferencias
Porque de otros, sus méritos y valores
A menudo están por descubrir
Les deseo que resistan el estancamiento, la indiferencia
Y las virtudes negativas de nuestro tiempo.
Finalmente les deseo que nunca renuncien a la búsqueda,
A la aventura, a la vida, al amor, porque la vida es una magnífica aventura.
Y nadie que sea razonable, debería renunciar
Sin librar una dura batalla.
Les deseo sobre todo ser ustedes mismos,
Orgullosos de serlo y felices,
Porque la felicidad es nuestro verdadero destino. »
Jacques Brel (1968)
(Traducción no oficial)